Mantener una relación de pareja sana no es tan complicado como puede creerse. Requiere evidentemente de dos personas sanas emocionalmente que estén dispuestas a trabajar en el vínculo. Los puntos clave para que la relación dé los frutos que esperamos, es decir, que sume a nuestra felicidad son los siguientes:
1. Autoestima: La autoestima es un elemento clave en los miembros de una pareja. Una autoestima que no esté bien consolidada puede conducir a una elección equivocada de la persona con la que decidas formar pareja. Hay personas que necesitan que su pareja oficie de “protector” o de “salvadora” así como hay otros que pretenden ser admirados por su pareja. En cualquiera de los casos eso es síntoma de una autoestima disfuncional y eventualmente afectará negativamente la relación.
2. Comunicación: la comunicación que funciona es aquella que es asertiva. Esto significa tener la habilidad de expresar lo que queremos expresar (ya sea una opinión, sentimiento o deseo) desde una posición emocionalmente equilibrada. La asertividad en definitiva es un estilo comunicacional en el que la persona considera que tanto ella misma como su interlocutor son importantes y por tanto respeta los derechos de ambos. Si la pareja cae en estilos agresivos, sumisos o manipuladores la relación está condenada. Las parejas comenten con frecuencia los típicos errores de la comunicación: lectura de mente, suposición, descalificación en lugar de trabajar día a día por encontrar las mejores estrategias como son preguntar en vez de suponer, mantener el respeto por el otro y expresar con claridad lo que queremos.
3. Valores compartidos: El asunto de los valores lo veo fundamental en cualquier vínculo cercano. No es que sea exclusividad de una pareja sana sino que también lo es para una amistad sana y para relaciones familiares sanas. Los valores son la brújula que nos llevan a comportarnos como lo hacemos y son en definitiva los que dejan ver qué es lo importante en la vida para nosotros. Es por eso que cuando los valores de una pareja empiezan a ir por carriles separados se hace difícil sostener la relación. O si se sostiene, seguramente venga cargada de malestares, discusiones, reproches, rencores.
4. Tiempo para uno mismo: Las parejas que pasan demasiado tiempo juntos están actuando como detractores de la salud de la relación. Una pareja son dos personas que se encontraron, se gustaron, sintonizaron y disfrutan de hacer cosas juntos pero eso no significa que se pierda la propia identidad y que pasen a actuar como uno solo. Cuando uno tiene tiempo en soledad desarrolla una mejor capacidad para relacionarse con otros porque va aprendiendo a disfrutar de estar consigo mismo, a escucharse, a respetarse y así luego puede volcar estas habilidades en una relación con otra persona. El buen amor nada tiene que ver con estar en permanente contacto con el otro sino que por el contrario, el buen amor es aquel en que permito que el otro crezca y se desarrolle independiente de mí.
Habrán notado que al inicio del post he dicho «que sume a nuestra felicidad». En ningún momento manejo el concepto de que necesitamos a una pareja para ser felices, sino que es al revés, cuando somos felices estamos en condiciones de vincularnos con otro desde ese lugar de bienestar, de entrega y de amor propio.