¿Has escuchado hablar de la ley de la atracción? El documental de El Secreto lo cuenta muy bien. Básicamente habla del poder de la mente y de cómo atraemos las cosas que vibran en la misma sintonía que nuestros pensamientos.
De ahí la importancia que detecto en elegir la actitud cada día. He comprobado que mi día se desarrolla en total y completa analogía con la actitud que elijo, y esto cuenta tanto para las actitudes positivas como para las menos favorables. Y es que a pesar de ser coach y de tener plena conciencia de mis pensamientos y emociones, hay días que me gana la actitud y me elige y yo me dejo. ¿Resultado? Pues que las situaciones y personas que atraigo ese día tampoco son favorables. Es claro que no me sorprendo. Por el contrario, asumo mi responsabilidad.
Lo mejor de todo esto es que al comprobarlo, más confianza tengo en mi propio poder, en que yo soy la dueña de mis circunstancias. Frente a eso vuelvo a elegir y elijo crearme una realidad en la que me rodee la alegría, el humor, la gratitud, la abundancia, el amor, la paciencia, la armonía. El universo entonces responde poniendo delante de mí todo lo que he elegido. Lo he visto.
Habrá quien se muestre escéptico frente a mis creencias y lo entiendo. Por eso no pretendo que me crean sino que lo prueben. La mente es nuestra arma más poderosa y maravillosa. De ti depende que la uses para beneficiarte o para limitarte.
De un tiempo a esta parte he observado y escuchado mucho a las personas. Cada quien tiene la vida que elige, consciente o inconscientemente. Sé que el crecimiento interior no es una tarea sencilla. Requiere de grandes dosis de coraje, de paciencia, de humildad, de amor por uno mismo, de honestidad con uno mismo. Pero la puerta está ahí, esperando que decidas abrirla para explorar tu interior. Sólo en la medida en que hagas ese viaje estarás en condiciones de mejorar tu calidad de vida. La calidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos.
Lo que una vez más nos lleva al título de este post: ¿qué actitud elijo? ¿qué me digo? ¿qué quiero? ¿cómo me relaciono con los demás? Cuando hayas respondido esas preguntas con el corazón, sin engaños ni pretextos, verás que lo que te sucede es un mero reflejo de tu actitud ante la vida. Tu situación laboral, tu situación financiera, tu situación sentimental, tu situación familiar… todo todo se relaciona con tu actitud. Y si no me crees, intenta cambiar. Ya verás qué sucede.