Desde que volví de España se ha producido este fenómeno de alejamiento emocional con respecto a algunas personas y el descubrimiento de otras que conocía pero no frecuentaba.

Ayer empecé a darle vueltas a esta idea para tomar conciencia de las cualidades que busco en mis amigos y también para reconocer quiénes las tienen y quiénes no, a quiénes he elegido por motivos verdaderos y a quiénes he dejado formar parte de mi vida sencillamente por generosidad. Puede que esta última frase suene soberbia. No lo es, es honesta. Hay personas con las que me he estado frecuentando porque les aporto algo, les contagio mi energía, les comparto mi conocimiento, por generosidad.

Y es que ya no me valen esos. No me valen porque no me nutren, porque no me aportan, porque no me suman. Mi mejor amiga me ha dicho que seguramente estén en mi camino porque yo vengo a dar luz. Quizás sí. De todos modos hoy elijo que quien quiera mi luz me busque y quien no simplemente siga su camino.

Así que aquí voy con esas 6 cualidades:

·       Honestidad: Decir la verdad, decir lo que pienso, decir lo que siento es una libertad que necesito tener con mis amigos. Que podamos expresarnos sin censura, sabiendo que el otro aunque no esté de acuerdo o no me entienda, me respeta y no me critica.

·       Respeto: Que respete mis ideas, mis hábitos, mis creencias, mis limitaciones, mi profesión, sin ponerme etiquetas. El hecho de pensar distinto o actuar distinto no me hace mejor ni peor persona que el otro.

·       Valorización: Se relaciona también con el respeto. Quiero amigos que valoren lo que soy y lo que hago. Que me valoren por lo que me brindo en el vínculo y no por la hora a la que me levanto, el coche que tengo, el lugar donde vivo, si tengo o no tengo hijos.

·       Compañerismo: Esto para mí es el compartir diario. Significa que quiero amigos que sepan cómo va mi vida y yo sepa de la de ellos, que nos mensajeemos un día o dos en la semana, que nos veamos al menos una vez al mes. Que compartamos cumpleaños, planes, logros, bodas, cenas. Que hagamos por reunirnos.

·       Humor: Me gusta reír con mis amigos, me gusta que cada uno pueda reírse de sí mismo. Es un gran signo de inteligencia emocional. Quiero pues, amigos que sean emocionalmente inteligentes. Me gusta que los tiempos compartidos sean divertidos y aunque hablemos de temas serios, podamos encontrar siempre la cuota de humor en el asunto.

·           Afecto: Lo he dejado para el final no porque sea menos importante sino porque muchas personas creen que el afecto basta para sostener una relación y no es así. Si hay sentimiento pero falta todo lo demás, seguramente el vínculo se termine desdibujando y marchitando.

Estas son las básicas para mí. Hay más, claro que sí. Afortunadamente tengo amigos que aportan esas y otras tantas. Lo que sé a ciencia cierta es que quiero rodearme de personas positivas, personas que tengan ganas de vivir la vida con entusiasmo y alegría, personas que quieran construir vínculos y hacer planes, personas que agradezcan en lugar de quejarse, personas que den luz donde quiera que vayan, personas que se enfoquen en lo bueno de las cosas y del prójimo. Una vez leí una frase que decía: “conviértete en el tipo de persona a la que te gustaría conocer”.

¿Qué buscas tú en tus amigos? ¿Lo has pensado alguna vez? ¿Qué te gusta de ellos? Lo mejor, lo mejor, es que a los amigos los podemos elegir.