Todos tenemos una víctima en nuestras vidas ¿a qué sí? Seguro que ni bien has leído el título se te ha venido un nombre a la cabeza. Eso significa que los has identificado tanto como yo. El problema es que a menos que te mantengas sumamente atento y consciente, más de una vez te enredarán en sus hilos, en sus dramas, en sus lamentos y cuando quieras reaccionar…zas! Ya estás otra vez sintiendo pena por ellos.
· LOCUS EXTERNO: Con esta expresión nos referimos al hábito de poner la responsabilidad en los demás. Las víctimas suelen emplear expresiones tales como “me hizo tal cosa” “por culpa de fulano me pasó tal otra” “me haces enojar”. Son incapaces de tomar conciencia de la parte que les toca en aquello que les sucede o en lo que sienten al respecto.
· ANGUSTIA: Las víctimas habitualmente recurren a la angustia para disfrazar otras emociones que no se atreven a reconocer en sí mismos. Recordemos que la angustia es la emoción que aparece frente a una pérdida, del tipo que sea: pérdida de tiempo, pérdida de oportunidad, pérdida de algo material, etc. Ahora bien, estos personajes utilizan el pretexto de la angustia como estrategia de compasión, no porque hayan experimentado una pérdida. ¿Quién se atrevería a enfrentar a alguien que manifiesta sentirse angustiado? Una persona angustiada parece no dar pelea. Y digo parece porque no se dejen engañar: es solamente una manipulación.
· LA GENTE ES MALA: buscar los defectos de los demás y atribuir lo que les pasa a esa maldad de la gente es otro signo de las víctimas. Justifican con ello que no pueden confiar en los demás y atribuyen al prójimo unas malas intenciones que en realidad sólo tiene que ver con la forma en que las víctimas entienden el mundo. Y su forma de entender el mundo es creer que el mundo está en su contra, que siempre es otro el favorecido, que siempre se salen con la suya los más listos y que ellos son en definitiva unos desgraciados que la vida ha decidido no premiar.
· EL SACRIFICIO: Esta es una de mis preferidas porque es que realmente me impresiona el grado de autoengaño que llegan a experimentar estas personas queriendo mostrarle al mundo cuánto se sacrifican para que todo salga bien, para que otros estén bien. Sacrifican su tiempo, sus necesidades, sus espacios y más. Lo siento, es mentira. Es su forma de sentirse importantes y de sentir que los demás están en deuda con ellos. Si fuera un acto de generosidad genuino, les aseguro que no andarían gritándolo a los cuatro vientos. Pero las víctimas cada vez que hacen algo bueno por otro se encargan de hacerlo saber.
5) TRIUNFAR ES TAN DIFÍCIL: Algo que veo con bastante frecuencia en las víctimas es una gran dificultad para alcanzar metas y es que tienen la idea de que triunfar no es nada fácil. Con un pensamiento de este tipo solo podemos esperar que se desencadenen emociones como inseguridad, frustración, decepción, lo que los lleva indefectiblemente a comportamientos de este tipo, del tipo que deja las cosas inconclusas porque claro, tienen su lista de excusas, tienen tantos boicoteadores que no les permiten triunfar que les resulta imposible concretar objetivos o sueños. Una vez más, todo parte de su imaginación por supuesto. La única persona que puede obstaculizar tu éxito eres tú mismo.
No olvidemos que todo comportamiento nos reporta un beneficio. Esto significa que las víctimas no solo no son conscientes de que hacen lo que hacen sino que además en su inconsciente hay un motivo poderoso para hacerlo. El motivo principal es que necesitan llamar la atención y ganarse la simpatía de los bondadosos pero también está el beneficio de permitirse juzgar a los demás y sentirse superiores porque ellos son los que hacen lo correcto mientras los demás son injustos e incorrectos. Por lo tanto su malestar está totalmente justificado.
La próxima vez que te cruces con una víctima simplemente intenta alejarte lo antes posible para que su toxicidad no te alcance. De todos modos ellos no quieren tu ayuda, ellos no quieren cambiar así que no desperdicies tu energía en el lugar equivocado.